Cuando pensamos en mejorar la motricidad de nuestros hijos puede que terminemos buscando en Google algunos ejercicios que nos ayuden a conseguirlo. Esto está fenomenal, en Pinterest podemos encontrar mil ideas, pero también es necesario revisar qué cosas estamos haciendo en nuestro día a día que pueden entorpecer el desarrollo motor de los niños.
Te recomendamos que sigas estos 5 consejos:
1- Favorece su autonomía
Ser autónomos les ayuda a desarrollar aspectos fundamentales relacionados con la coordinación de movimientos. Un peque puede comenzar a vestirse y desvestirse desde corta edad. Muchas veces, víctimas del ritmo frenético de las mañanas, terminamos vistiéndolos con prisas y echando a correr prisioneros del tiempo. Si es tu caso, puedes empezar aprovechando la hora del baño para dejar que tu hijo se quite la ropa y después se ponga el pijama, poco a poco será capaz de ponerse y quitarse más prendas.
Fomentar que los niños conquisten su autonomía los hace más capaces y responsables.
¡Te sorprenderás de todo lo que pueden hacer ellos solitos!
2- Recupera los juegos de siempre.
Cierra los ojos, mira hacia atrás, vuelve a tu infancia y trae al 2017 los juegos que más te gustaban… las palmas, la comba, la rayuela, torito en alto, tú la llevas… ¿Verdad que estábamos en constante movimiento? Aprovecha esta regresión para disfrútalos con tus hijos.
Los juegos en los que has pensado están ligados a tu experiencia, a tus emociones y fueron fantásticos para ti, por lo que al compartirlos con tus hijos volverás a disfrutarlos.
¿A qué esperas?
3- Juguetes, cuanto más sencillos mejor
Si acostumbramos a sobreestimular a los pequeños necesitarán que las respuestas a sus demandas sean cada vez más inmediatas. Muchos juguetes hacen del niño un agente pasivo, se aprieta un botón y la tecnología se encarga del resto.
Es importante estar alerta ante el exceso de estímulos, ya sea por cantidad de juguetes o por juguetes excesivamente tecnológicos. "Es que tiene de todo y no juega con nada" ¿os suena esta frase?
Vamos a intentar sustituirla por un clásico que nunca falla: "Menos es siempre más". Cuantos menos sonidos, menos movimientos, menos luces… tenga un juguete, más creativo y activo será el juego de tu hijo. Y cuantos menos juguetes tenga en su habitación, mayor uso hará de ellos.
¡Viva el minimalismo en el juego!
4- Las tareas domésticas, una oportunidad
¿Otra vez cayó el vaso de leche al suelo? ¡No pasa nada! Respira… bayeta en mano y pide a tu pequeño que te ayude a limpiarlo, favoreceremos su autonomía, le ayudaremos a ser responsable y se pondrá fuerte.
Además, si le gusta ayudar a limpiar, sacar brillo a los cristales, limpiar el polvo, barrer… será divertido y fortalecerá la musculatura de los hombros, brazos y manos.
Ya sabes… ¡A ponerse fuertes ayudando en casa!
5 - Utiliza con cautela la tecnología
Equilibra y regula el uso de las pantallas, especialmente antes de los 6 años. Las pantallas nos hacen ser sujetos pasivos, favorecen el sedentarismo y generan adicción. El auge tecnológico es una realidad, Tv multicanal, programación y contenidos infantiles 24h. y a la carta… todo esto en casa y fuera de ella.
Nos estamos acostumbrando a utilizar la tecnología como "chupetes de emergencia"damos el móvil a los niños para que estén quietos en los restaurantes, en las salas de espera y en un largo listado de situaciones cotidianas. Y es que es mano de santo… es darles el móvil y llegar la paz.
Tenemos que saber que esa paz "temporal" no es gratuita, con el tiempo podremos encontrarnos con niños que se distraen fácilmente, que tienen baja tolerancia a la frustración y una constante sensación de aburrimiento si no tienen estímulos que cubran sus altas necesidades, llegando incluso a ser incapaces de controlar su propia conducta. A esto, que no es poco, tendremos que sumar haber perdido un tiempo valiosísimo para correr, saltar, jugar, crear y disfrutar.
No lo olvides: ¡Más calle, más parque, más juego y menos pantallas!
No podemos eliminar la tecnología de nuestras vidas, pero sí velar por un uso no abusivo y responsable.
Cinco consejos muy acertados y que por el estilo de vida que llevamos se han convertido en motivo de consulta por parte de padres que no consiguen que sus hijos adquieran hábitos sin recibir algo a cambio.
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